La estudiante, de 21 años, cruzaba la avenida Costanera por la senda peatonal hacia el Aeroparque Jorge Newbery, en Buenos Aires, donde esperaba abordar un vuelo para pasar las vacaciones de invierno con su familia en Zapala.
“No queremos que mi hija sea un número más ni que el hecho quede impune. Cualquier dato, por mínimo que sea, nos sirve”, añadió su padre angustiado.

En medio del dolor, decidió agotar todas las vías de comunicación para encontrar posibles testigos, difundir el caso y salir del estado de incertidumbre en el que se encuentra su familia, ya que por ahora no hay nada que permita identificar al autor.

“Por ahora es muy poco lo que hay. Nadie vio nada ni sabe nada. Y nos quedan las cámaras de seguridad de Aeroparque. Pero ya pasó una semana y no tenemos novedades”, apuntó el padre de Michelle.

Solo cuentan con el dato del auto aparentemente implicado: un Volkswagen Suran color negro que perdió el logo de la marca tras el impacto y siguió circulando con el capot seriamente dañado.

“Alguien tiene que aparecer y dar información. No puede ser que nadie lo haya visto ni sepa nada”, reiteró. Pidió que, por datos relacionados con la causa, los ciudadanos se comuniquen con la Comisaría 51 de Capital Federal o aporten información a través del Facebook de Michelle Tamara Álvarez.

La fiscal subrogante de los barrios porteños de Saavedra y Núñez, Claudia Katok, también busca testigos y solicita colaboración para ubicar al taxista.

Se analizan las cámaras de seguridad de la zona para dar con el chofer del vehículo, y algunas personas ya brindaron su testimonio.

Los posibles testigos pueden concurrir a la Fiscalía, ubicada en Arias 4491 de la Ciudad de Buenos Aires.
Para seguir la causa, la familia ya recurrió a un abogado particular -Boris Resoky-, quien ayer, solicitó también la solidaridad de los neuquinos. Por la tarde, vecinos y allegados a la familia se reunieron en su casa, ubicada en Mitre 145, para dar su apoyo.

Michelle nació en Caviahue, pero pasó su infancia en Zapala, donde está su familia. Al momento del fatal accidente, vivía en La Plata, donde cursaba el cuarto año de la carrera de Odontología.

El 16 de julio pasado, tomó un colectivo para llegar al Aeroparque Jorge Newbery, donde abordaría un vuelo con destino a Zapala, a las 7.30 del día siguiente.

Salió temprano porque no quería viajar de madrugada, por temor a sufrir un hecho de inseguridad. Fue a esperar el avión a las 23, con un amigo.

Ya en el aeropuerto, dejaron los bolsos y luego se dirigieron a la costanera a tomar unos mates. Sobre las 23.56, decidieron volver, y, al cruzar la avenida por la senda peatonal, un taxi la embistió y la arrastró unos 30 metros. El conductor no se detuvo y se fugó. Ella murió en el acto.

Fuente: LM Neuquén.
Foto: Zapala al Día.