Luego de seis jornadas de intenso esfuerzo físico y mental, el zapalino Guillermo Javier Araya cruzó la meta en ésta edición del Pirineos Fit y se mostró orgulloso y feliz por tamaño logro. El calor, la lluvia y la gran altitud fueron factores que no todos los deportistas soportaron y muchos de ellos claudicaron en el camino.
Tras arribar 5° en su categoría y 6° en la general con un tiempo de 23 horas y 14 minutos, el zapalino dialogó con Hechos de Zapala para narrar su experiencia: "Es una prueba que se hace dura porque es de autosuficiencia. Hay que llevar su propia comida y agua. Haber terminado las seis etapas es un logro, porque vinieron los corredores más importantes de la zona y España", relató.
Además contó que "es un logro que me hayan invitado a el Pirineos Fit. Y los compañeros también lo han hecho bien, ya que cuando empezamos las primeras carreras no nos conocíamos. Y era tan duro que muchos corredores abandonaban o se lesionaban. Así iban pasando los días y ya los que quedamos nos convertimos en un equipo, y nos abrazabamos a medida que íbamos llegando a la meta. Se hizo una familia más que una competencia", agregó Araya, quién ya se encuentra en Ricote (Murcia) para volver a su jornada laboral.
"Es una experiencia que no tiene nombre. Estoy contento y orgulloso de representar a mi lugar. Que gente desconocida te diga "eres un valiente" vale mucho. Esto se lo dedico a todos vosotros y es un punto más para la historia de nuestra familia", cerró.