Policiales

Denuncian a dos gitanos por una estafa de 248.000 pesos

Una mujer de 35 años aseveró que por el fraude perdió 248 mil pesos en la compra de una camioneta que no volvió a ver. La víctima aseguró que existen otras cinco denuncias contra la persona que la estafó.

“No me merezco que hayan hecho una cosa así”, afirma Elizabeth Vargas mientras recuerda con precisión los vaivenes en los que se vio envuelta, antes de sentarse en una comisaría de Zapala y denunciar a dos hombres de origen cíngaro por una estafa. Además de la confianza, la mujer de 35 años aseveró que por el fraude perdió 248 mil pesos en la compra de una camioneta que no volvió a ver.

Vargas relató que en un principio, Gustavo, el primer gitano con quien se contactó, le mostró una Renault Duster modelo 2013 de color azul en la concesionaria de Darío, el segundo gitano de la historia.

Antes de la fecha en que cerrarían trato, el 27 de diciembre, en un local ubicado en calle Antártida Argentina, entre 25 de Mayo y Chaneton, como muestra de buena fe Gustavo le prestó un Chevrolet Aveo para que tuviera movilidad (lo único que le quedaría después de la estafa, como seguro del negocio que no se hizo).

El día en que le firmó el pagaré, un detalle traicionó al gitano. El número de documento que colocó llamó la atención de la mujer: 37 millones. “Me dijo que teníamos la misma edad, pero él era mucho mayor, no podía ser ese número”.

Desconcertada, Vargas le pidió el DNI al gitano, quien dijo no tenerlo consigo. Ante la insistencia, Gustavo le exhibió rápidamente el carnet de conducir y sin pelos en la lengua la mujer le sentenció: “Ese no sos vos, Gustavo”.

En ese momento, Vargas afirmó que el hombre se puso nervioso pero que contestó con una evasiva. Luego del episodio, la mujer se dirigió nuevamente a la agencia de Darío, en calle Trannack casi Mitre, para preguntar por Gustavo.

Allí la atendió el hijo del dueño y tras su consulta le respondió: “Hace cinco meses que trabaja con nosotros, no vas a tener problemas, podes confiar”. Pero en ese mismo instante, notó que la camioneta que le habían vendido no estaba en la concesionaria. “Me dijo que su padre había salido en la Duster, lo cual me llamó aún más la atención”, recordó la mujer.

La desconfianza de Vargas aumentaba al igual que las excusas de Gustavo, quien le decía que Darío era quien debía entregarle la camioneta a él primero. “El lunes te devuelvo la plata”, le dijo después el gitano, que se mostró cansado de la situación.

“Venite el lunes a primera hora a mi casa y vamos al banco”. Eso fue lo último que la mujer escuchó de Gustavo, de quien no volvió a saber nada. El día convenido, se presentó a la vivienda a las 7:15 de la mañana, pero no había nadie.

No sólo eso. Vargas aseveró que al llegar al lugar se dio cuenta que ni siquiera esa era su casa. “Al dueño de la vivienda le robó todo, el calefón, un placard, la cocina”, confirmó.

Antes de realizar la denuncia el 9 de enero, la víctima fue a hablar con Darío y terminó siendo amenazada por el gitano. “Él está vinculado”, apuntó Vargas.

Fuente: LM Neuquén.
Imágen ilustrativa.

Autor: Sergio Garro

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