El sueño se hizo realidad para este grupo de juveniles de Zapala y algunos nuevos integrantes de localidades vecinas. Conformaron un grupo sólido, humilde, con buen pie y hambre de gloria.
Todo comenzó con una ardua pretemporada de más de 45 días a cargo del profesor y DT Daniel Urrutia y compañía. Allí el plantel se puso en óptimas condiciones desde lo físico y empezó a conocerse para llegar a su máximo objetivo. Luego llegaría el momento de enfrentar a grandes rivales en la fase de grupos de la Nqn Cup: triunfo en el debut contra San Cayetano de Roca por 3 a 0, igualdad en un tanto ante Petrolero, y otra victoria 2 a 0 ante Rivadavia.
El primer objetivo se tachaba de la lista. Ya estaban entre los mejores 16 equipos de la categoría 2001. Sin embargo, en los octavos de final no tuvieron rival y avanzaron directamente a los cuartos para verse las caras ante un poderoso Alianza. El partido fue intenso, con una presión constante de parte de los chicos de Avellaneda, que tuvieron que ir hasta los penales para eliminar al “Gallito” y además en su estadio.
Las semifinales se jugarían en Neuquén y ante Patagonia, otro rival que históricamente presentó unas divisiones inferiores de gran calidad. Sin embargo, en frente estaban los guerreros rojiblancos que desplegaron esfuerzo, magia y trabajo en equipo para ganar por 3 a 1.
Y en la final disputada en el mediodía de hoy, el elenco de barrio, apoyado por una nutrida parcialidad que viajó y los alentó hasta el final, volvió a sufrir, pero superó por penales a Cipolletti para levantar el trofeo y dar la vuelta olímpica. ¡Salud campeones!