Luego de la dura derrota contra Bicicross en Senillosa, Unión quería recuperarse ante su gente y sumar de a tres por primera vez desde la asunción de Gustavo Rivas como director técnico. En frente tenía a un duro San Lorenzo que llegaba con el mismo objetivo para poder seguir peleando el torneo de la B.
Sin embargo, en un partido friccionado y con la posesión de la pelota dividida, repartieron puntos y empataron 0 a 0. La primera parte transcurrió sin muchas acciones de peligro que destacar. Lo más llamativo fue la expulsión por roja directa a un jugador por bando señalado por el árbitro Javier Obreque.
En el complemento las emociones llegarían a los 6 minutos, cuando Alvaro Cabas desvió un penal y se encargó de que llovieran los aplausos de la tribuna local. De esa forma conservaba su arco invicto y le daba la oportunidad a Unión de ir en busca del primer gol del partido.
El conjunto zapalino intentó ser protagonista y sumar peso en el ataque a través de las jugadas a balón parado. Hasta el último minuto intentó quebrar el cero pero un sólido arquero visitante le negó el grito de gol.
Tras el cierre del match varios jugadores de Unión le expresaron a nuestro medio cierta felicidad por el empate conseguido, producto del juego que desarrollaron y teniendo en cuenta que San Lorenzo es uno de los más poderosos de la divisional.
Unión sigue navegando en el fondo de la tabla pero demostró un avance en la forma de juego: pelota al piso, evitar los pelotazos innecesarios e intentar hacerse fuerte de local. Un proceso que los hinchas “canarios” ven como empieza a concretarse partido tras partido.