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Cuatro mil palomas mensajeras partieron de Zapala con el objetivo de regresar a casa en el menor tiempo posible

Se realizó la 20ª edición del gran premio nacional de la Federación Argentina de Colombofilia. Partieron desde Zapala. Es el último desafío del calendario anual. Las aves deberán recorrer entre 500 y 1.200 kilómetros desafiando obstáculos y depredadores.

Cuatro mil palomas mensajeras partieron este sábado de regreso a sus hogares en diferentes puntos del país. Deberán recorrer entre 500 y 1200 kilómetros y sortear todo tipo de obstáculos como el clima y los depredadores para volver a casa.

Sus aliados serán el increíble instinto natural y una capacidad de ubicación que supera al GPS más sofisticado. Las que logren el mejor promedio entre distancia recorrida y velocidad le regalarán a sus palomares el triunfo en la 20ª edición del gran premio nacional que organiza la Federación Argentina de Colombofilia.

“Es una pasión inexplicable que nos une a todos los colombólifos. No hay otro modo de explicar el esfuerzo y la dedicación que le brindamos a nuestras palomas. Cuando regresan a casa es una alegría inmensa”. La reflexión de Federico Arias, secretario de la Federación Argentina y presidente de la Asociación Ibero Latinoamericana de Colombofilia (Ailac) es la muestra cabal del fanatismo que muchos argentinos profesan por esta actividad.

El gran premio zapalino, todo un clásico nacional que cierra el calendario anual de la especialidad, nació en 1998 gracias al aporte de periodista César Mascetti. Desde su San Pedro natal, Mascetti ideó una prueba que intentara emular el derby europeo que todos los años parte desde Barcelona hacia diferentes países del Viejo Continente.

“Se eligió Zapala porque es un punto equidistante de numerosos palomares del país. Desde el otro extremo del país, en Curuzú Cuatiá Corrientes, se larga en otro momento del año otra de las competencias más importantes”, explicó Arias.

Cada año nacen en el país unos 120.000 pichones que son registrados y pasan a formar parte del staff de cada asociación regional. Todos son identificados y si alguno se pierde resulta fácil encontrarlo. “En estas competencias participan generalmente ejemplares de entre 2 y 5 años de edad, que es una etapa de madurez. También podemos encontrar palomas de 6 y 7 años y algunos de apenas un año, aunque esto no es recomendable”, reveló.

Fuente y foto: Diario RN.

Autor: Sergio Garro

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