Agradecimientos, pedidos y una fe inquebrantable fueron los motores que impulsaron a los caminantes que desandaron los 15 kilómetros desafiando una calurosa jornada.
Hubo un importante operativo de seguridad a cargo de efectivos policiales para evitar accidentes con los vehículos que circulaban por la zona y las personas que habían emprendido la caminata hacia la ermita.
Bajo el lema “Caminemos con María al encuentro del pobre”, la convocatoria principal salió alrededor de las 6 desde la parroquia Sagrado Corazón.
En las jornadas previas se pidió a aquellos que pudieran hacerlo que llevaran consigo un alimento no perecedero para los más necesitados, como una manera de darle mayor sentido al encuentro y aprovechar la oportunidad para ser solidarios con aquellos que no cuentan con tantos recursos como para enfrentar las demandas alimentarias de cada jornada.
El grupo de ciclistas “A rodar Zapala” también se sumó a la propuesta con una nutrida columna que realizó el recorrido junto al resto de los fieles.
“Es la primera vez que vengo y decidí caminar el trayecto ida y vuelta. Terminé muy cansada pero feliz. Ahora voy a dormir todo el día”, dijo una joven que regresó a Zapala con el rostro exhausto pero con la alegría a pleno por el objetivo cumplido.
Este clásico evento religioso zapalino convoca a fieles de numerosas localidades vecinas que se congregan aquí para sumarse con su aporte. La peregrinación arrancó en 1982 y desde entonces se mantiene inalterable en el tiempo.
La gruta fue construida por la familia Trannack a comienzos de la década del 80 y se convirtió en un ícono para los fieles de la grey católica.
Este año fue la 35º edición de la caminata y por la respuesta de los devotos sin dudas que vendrán muchas más en el futuro.
Agradecimientos, pedidos y mucha fe fueron los motores que impulsaron a los caminantes a desandar los 15 kilómetros hasta el paraje El Manzano.