El delito que el magistrado le imputó a Molina, de 48 años, es el “Grooming”, una figura penal tipificada en 2013 e incorporada a fines de ese año al Código Penal Argentino, con la previsión de una condena que va de los seis meses a los cuatro años de prisión.
Consiste en que una persona salvo un menor que, por su edad, no sea punible contacte a un menor por cualquier medio de comunicación electrónica, de telecomunicación o de transmisión de datos, con el propósito de atentar contra su integridad sexual.
Molina ejerció durante un corto tiempo como médico de la salita de La Calera, la localidad del Departamento Belgrano donde vive la nena. Es probable que la haya atendido y así haya obtenido su número de celular. Porque, según la investigación, no tardó en empezar a enviarle mensajes de WhatsApp en los que se hacía pasar por otra persona.
Y aunque no ha trascendido el contenido de las comunicaciones, fuentes de la investigación han confirmado que tenían un carácter inequívocamente sexual. Por eso se configuró el delito de “Grooming”.
La investigación que empezó la Policía y continuó la Justicia aportó certezas no sólo sobre la índole de las comunicaciones enviadas desde el celular atribuido a Molina, sino también sobre que él era el poseedor de esa línea telefónica. Para obtener esta información fue trascendental la tarea de los peritos del Departamento de Investigación de Delitos Complejos, del Poder Judicial.
La investigación continúa. El juez confirmó que, además del celular de Molina, también están disponibles, para que los peritos examinen su contenido, otros elementos que la Policía secuestró cuando fue a detener al sospechoso en la localidad neuquina de Zapala.
Si no viola las condiciones impuestas por el juez para dejarlo libre, Molina podrá esperar en esa condición la resolución definitiva de su caso, mediante la sentencia firme que sobrevendrá al final del proceso. “Se resolvió la libertad porque no se determinó riesgo de fuga y no hay constancia en la causa de que haya desobedecido una citación previa. Con el hecho de no contar con elementos que hagan presumir que va a eludir el accionar de la Justicia y habiendo fijado domicilio acá es suficiente”, explicó Montiveros Chada.