Dos presos del penal de Bouwer, en Córdoba, lideraban una banda de estafadores que mediante el ardid de un premio en efectivo hacían que sus víctimas sacaran un crédito exprés en el cajero automático y lo transfirieran a la cuenta de los delincuentes. Así, se aprovecharon de unos 30 zapalinos por una cifra que ronda 1,5 millones de pesos.

Todo comenzó en febrero de este año cuando los vecinos de la localidad neuquina comenzaron a recibir llamados de un teléfono con característica de Córdoba.

Los astutos delincuentes les decían a sus víctimas que habían ganado un premio en efectivo de 175 mil pesos. La persona, entusiasmada por la suma comenzaba a seguir una serie de instrucciones que le daban los estafadores.

Iban hasta el cajero automático y cuando llegaban recibían una nueva llamada donde el delincuente lo iba guiando en las operaciones a concretar. Así se pudo descubrir que les hacían sacar un crédito exprés por montos que arrancaban en los 30 mil pesos y que en la mayoría de los casos superaban los 70 mil pesos. Después, les hacían transferir la cifra a cuentas muy puntuales.

Varias víctimas descubrieron la estafa cuando observaron con detenimiento el comprobante que les arrojaba el cajero.

La brigada de Investigaciones de Zapala a pedido de la fiscalía intervinieron líneas telefónicas y se logró establecer que la maniobra provenía del penal de Bouwer.

Ayer finalmente realizaron 10 allanamientos en Córdoba, dos en el penal, y se logró secuestrar cerca de un millón de pesos, documentación clave para la investigación y varios celulares.

Los hacían ir al cajero mientras hablaban por celular y los guiaban para sacar un crédito exprés que luego transferían a la cuenta de los estafadores.