El ministerio de Salud recuerda medidas de prevención para tener en cuenta en la precordillera y cordillera neuquina, tanto en ámbitos rurales abiertos como en espacios cerrados, para evitar el contagio de la enfermedad infecciosa por hantavirus.
Desde 1996, la provincia de Neuquén se considera zona endémica de hantavirus, con una distribución de la zona de riesgo que abarca la precordillera y cordillera.
Este virus infecta a la mayoría de los roedores Oligoryzomys longicaudatum conocido popularmente como ratón colilargo, un roedor granívoro cuya abundancia poblacional estaría regulada fuertemente por la disponibilidad de alimento. Esto explica el incremento de ratones ante el florecimiento y semillazón de la caña colihue, un fenómeno cíclico de la flora regional.
Las personas más expuestas son los pobladores rurales, la población transhumante por la veranada, los que realizan tareas de desmalezamiento, limpieza de viviendas o galpones, los pescadores, los cazadores y los acampantes.
El virus se encuentra en la orina, la saliva y la excreta del roedor y se transmite a los humanos por inhalación (vía más frecuente) al respirar el aire contaminado por el virus que eliminó el roedor; por el contacto directo al tocar a los roedores vivos, muertos o sus heces u orina; o por la mordedura de un roedor.
En la zona de riesgo, aquellas personas que hayan estado expuestas a algunas de las anteriores situaciones y presenten síntomas como fiebre, dolores musculares, escalofríos, dolores de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal o diarrea deben consultar inmediatamente al centro de salud más cercano.
Para prevenir
La higiene de las viviendas es fundamental para evitar la presencia de roedores. Se recomienda lavar los platos después del uso, limpiar mesadas y suelos, colocar agua y alimentos a los animales domésticos lejos de la vivienda, almacenar la comida en lugares cerrados y mantener la basura en recipientes con tapa.
Si hay presencia de roedores es necesario tapar los orificios en puertas, paredes, ventanas y cañerías; colocar la huerta y los leñeros lejos del hogar; y cortar el pasto y la maleza hasta un radio de 30 metros de la vivienda.
En relación a lugares cerrados (viviendas o galpones que hayan estado cerrados por varios meses) es fundamental ventilar los ambientes por lo menos 30 minutos. Se recomienda cubrir boca y nariz con un barbijo o pañuelo húmedo antes de ingresar; no se aconseja barrer, ya que el polvo que se encuentra en el piso puede estar contaminado, mientras que es preferible limpiar pisos, mesas, cajones y alacenas, con una parte de lavandina cada diez de agua, dejando actuar por 30 minutos esta mezcla antes de enjuagar.
Se recomienda consumir agua segura (embotellada, hervida, filtrada o clorada) tanto para beber, cocinar, lavar vajilla o cepillar los dientes.
Para aquellos que vayan a acampar, se aconseja hacerlo lejos de malezas y basurales; no dormir directamente sobre el suelo; guardar los alimentos en envases herméticos; y disponer de la basura en tachos herméticos alejados de la zona de acampe.
Si se encuentra un roedor vivo utilizar venenos o tramperas y no intentar golpearlo o matarlo. Si el animal está muerto, rociarlo con lavandina y dejar actuar por 30 minutos, colocarlo en bolsa sellada y luego meterlo en una segunda bolsa antes de enterrarlo o quemarlo. Es importante que para manipularlo siempre se usen guantes y se cubra la boca y nariz con pañuelo húmedo.