La pena fue determinada ayer durante una audiencia realizada en la ciudad de Zapala. El fiscal jefe Fernando Rubio requirió 23 años de prisión efectiva junto a la fiscal del caso Laura Pizzipaulo. La jueza avaló la solicitud tras realizar una valoración sobre la duración del delito; la diferencia de edad entre la víctima y el imputado; y el contexto de vulnerabilidad en el que ocurrieron los abusos, entre otros aspectos. El monto a imponer oscilaba entre los 8 y 30 años de prisión.
El hombre, cuyas siglas son M. I, fue declarado culpable por unanimidad del delito de los delitos de abuso sexual simple continuado en concurso real con abuso sexual con acceso carnal continuado, ambos agravados por ser cometidos contra una menor de 18 años de edad aprovechando la convivencia preexistente, todo en carácter de autor (artículos 119 párrafos 1°, 3°, 4° inciso “f” y último, 45, 54 y 55 del Código Penal).
Durante el juicio por jurados, la fiscal del caso Laura Pizzipaulo y la fiscal jefa Sandra González Taboada plantearon la teoría del caso que avalaron los miembros del jurado popular: el hecho ocurrió en fechas indeterminadas pero en el período comprendido entre agosto de 2014 y agosto de 2018.
El acusado, M.I, abusó sexualmente de la hija de quien en ese momento era su pareja. Los ataques sexuales ocurrieron en la vivienda familiar que compartían en una localidad cercana a Zapala. Producto de los abusos, la víctima quedó embarazada. Tiempo después, el embarazo fue legalmente interrumpido.