“Dichas conductas se desarrollaron en el marco de violencia contra la mujer, violencias progresivas y separadas en el tiempo, afectándose, con esta conducta, el derecho de la víctima a una vida libre de violencia”, explicó el fiscal Marcelo Jofré en una audiencia realizada ayer al solicitar que la causa sea elevada a juicio.
Asimismo, detalló que los delitos que se le atribuyen al acusado son amenazas simples, lesiones leves agravadas por el vínculo y desobediencia a una orden judicial, en un contexto de violencia física contra la mujer.
En este caso, como la pena en expectativa prevista por el Código Penal es inferior a tres años de prisión, el juicio se realizará con un tribunal unipersonal.
De acuerdo a la teoría del caso presentada por la fiscalía, la primera agresión ocurrió el 5 de diciembre de 2018, alrededor de las 3, cuando el acusado ingresó a la vivienda de su ex pareja con la que había convivido.
En una escalada de violencia, “comenzó a reclamarle cosas” y terminó amenazándola con matarla mientras la tomaba del cuello.
Luego, el segundo hecho que se le atribuye ocurrió el 8 de marzo de este año, cerca de las 14:30, también en el interior de la vivienda de su ex pareja. Allí, el agresor la tomó del pelo y la golpeó en el cuerpo provocándole distintas heridas que fueron encuadradas como lesiones leves.
En este sentido, Jofré sostuvo que el hecho fue cometido con “conocimiento, voluntad de no cumplir y omitir la conducta exigida por la jueza del Juzgado de Familia de la ciudad de Zapala”.
Además, agregó que por dicha desobediencia el acusado terminó con 30 días de prisión preventiva, la cual luego fue convertida en domiciliaria por un tribunal revisor.
Ahora se deberá esperar que la Oficina Judicial de Zapala fije fecha y horario para la realización del juicio en su contra.
Fuente: LM Neuquén.