Desde hace cinco días un grupo de desocupados mantiene un pique sobre la Ruta Nacional 22 en Zapala. La medida derivó en una gran congestión de camiones además de obligar a las empresas de transporte a suspender los servicios que pasan por el centro de la provincia.
Aunque el domingo hubo reuniones con el equipo que comanda la intendenta Soledad Martínez y con funcionarios del gobierno provincial, los manifestantes consideraron insuficiente y poco concreto el ofrecimiento que les hicieron y decidieron mantener la medida de fuerza a la espera que una nueva mesa de diálogo pueda destrabar el conflicto en las próximas horas.
La referente de la agrupación recalcó que si bien "hay un compromiso de ayudar a unas 150 personas, analizando el grupo familiar y la edad", el acuerdo no contempla a "compañeros solteros". "Donde pega más fuerte la crisis es en la juventud. Hacen un compromiso de ayuda social, capacitaciones, ayuda en los alquileres, pero no es concreto, no dice cuánto ni cómo", remarcó.
"Esperábamos una propuesta que podamos considerar. Los desocupados y las familias que tomaron la decisión de cortar esta ruta no se quieren ir sin nada porque la situación es desesperante hace mucho tiempo: la crisis, el hambre, la falta de trabajo”, dijo antes de recalcar que, aunque el Polo obrero “empadronó” a 700 familias sin trabajo, la cifra de la desocupación en Zapala es mucho mayor.
"Esta gente quiere tener trabajo para darle de comer a sus hijos. Ese es el reclamo concreto. Tampoco somos extraterrestres y sabemos que hay una recesión y una crisis en la que están cerrando industrias, hay despidos y demás. Entonces, si no hay una propuesta concreta de trabajo, por lo menos que haya un paliativo para que la gente pueda comer porque no es que no hacen nada, changuean, porque si no estarían muertos
Pero en el marco de la crisis es insostenible vivir de las changas con lo que cuesta todo y la devaluación", argumentó.
Fuente y foto: LM Neuquén.