Por la octava fecha de la Copa Neuquén organizada por Lifune se midieron en un nuevo clásico Don Bosco y Unión. El enfrentamiento determinaba además, quien sería el dueño de la ciudad hasta el próximo año.
Finalmente Don Bosco dominó de principio a fin, y en un partido sin equivalencias derrotó al "Canario" por 4 a 0.
A los 5 minutos un error en el fondo de Unión le permitió a Bergenfeld escaparse por la izquierda y entregarle la pelota a un solitario Pettineroli, que definiría para poner el 1 a 0 y gritar el primer gol de la tarde.
Desde ese momento, los dirigidos por "Pitu" Castro manejaron la pelota y gozaron de las principales oportunidades. Quezada recuperó una pelota cerca del área rival, levantó la cabeza y se la dejó a Castro, que con un toque sutil engañó al arquero Gallegos. 2 a 0 y delirio de la parcialidad local a los 20 minutos del primer tiempo.
La historia no quedaría ahí, ya que seis minutos más tarde aparecería la "Perla" Reyes para poner el 3 a 0. A esa altura el resultado era lógico y merecido.
En esa primera parte, el árbitro Cubria fue protagonista de dos jugadas polémicas: una que culminó con amonestación para Barraza, y la otra para Carrasco, de Unión. En ambas, la acción solicitaba una sanción más severa.
En el complemento, el partido continuaría con la misma tónica: un Don Bosco dominador y poseedor de la pelota, y un Unión que debía barajar y dar de nuevo ya que le costó encontrar los caminos para generar peligro.
A los 18 minutos de la etapa complementaria llegaría el cuarto y último gol de la tarde a cargo de Miguel Grandi que aprovechó un rebote tras el tiro libre de Castro y definió a puerta vacía.
Los minutos restantes, el local reguló y Unión intentó complicar a Bravo, que casi siempre estuvo bien parado.
De ésta forma, Don Bosco se recuperó de la derrota en la primera ronda, y además será el dominador del historial hasta el próximo año.