De acuerdo a la encuesta de supermercados y autoservicios mayoristas publicada por Indec y analizada en un informe técnico por la dirección Provincial de Estadística y Censos de la provincia del Neuquén (DPEyC) las ventas en los supermercados de la provincia acumularon un total de 14.839 millones de pesos en los primeros cinco meses del año, lo que representa un aumento del 64,5 por ciento respecto del total acumulado en el mismo periodo del año anterior.
Estos guarismos ponen a Neuquén en el segundo lugar del concierto de provincias argentinas por detrás de Capital Federal, que mostró un incremento de ventas en esos cinco meses del 65,78 por ciento. Incluso descontando la inflación de 2019, en Neuquén las ventas también crecieron un 3,9 por ciento en términos reales, a pesar de la situación de crisis económica por la pandemia de Covid-19.
En su informe técnico, la DPEyC señala que las ventas en los supermercados, al estar orientadas al mercado interno, resultan un buen indicador de la evolución del consumo masivo y un reflejo de la situación económica general. A través de esta encuesta, el Instituto Nacional de Estadística y Censos realiza el seguimiento mensual de una serie de variables que describen el comportamiento del sector, a partir de una muestra representativa de 101 empresas de todo el país, que cuentan por lo menos con alguna boca de expendio cuya superficie de ventas sea igual o supere los 200 metros cuadrados.
De acuerdo a los datos del Indec, el principal impulso para el aumento de ventas provino del grupo alimentos y bebidas, que representa cerca del 69 por ciento de las ventas totales. En el acumulado, mostró un aumento real de 5,04 por ciento. Desagregando el grupo alimentos por los subgrupos que lo componen, se observa que en términos reales las bajas que más pronunciadas fueron en panadería, carnes, y alimentos preparados y rotisería. Teniendo en cuenta que los últimos tres meses fueron afectados principalmente por la pandemia de Covid-19, las ventas del subgrupo verdulería y frutería presentaron aumentos interanuales significativos en el periodo analizado, atribuidos a los cambios en los hábitos de consumo afectados por el cierre de las ferias y las restricciones a las compras comunitarias en el Mercado Concentrador, producto de normas impuestas por el gobierno en este periodo de aislamiento social, preventivo y obligatorio.
La evolución de las ventas de alimentos preparados y de rotisería presentaron caídas interanuales en todo el período analizado, que se hicieron más pronunciadas a partir de mediados de marzo debido a que la presencia de la población dentro de los hogares aumentó la producción de comida casera y también a que se priorizaron las compras de productos de primera necesidad, frente a un contexto de gran incertidumbre en las decisiones económicas.
La llegada de la pandemia modificó hábitos y costumbres en las y los consumidores, especialmente en sus inicios, aumentando notoriamente la compra de productos de limpieza, relacionados directamente con los cuidados sanitarios que se deben tener frente a esta nueva situación.
El grupo electrónicos también fue otro motor de las ventas en los supermercados con una suba de 22,25 por ciento en términos reales, posiblemente a consecuencia de un mayor tiempo de la familia dentro del hogar y como necesidad de esparcimiento.
El resto de los grupos presentó disminuciones en sus ventas acumuladas, medidas en términos reales, con respecto al mismo período de 2019. Las ventas de indumentaria y de aquellos productos englobados en el grupo otros (libros, artículos de ferretería, pintura, juguetes, papelería, útiles escolares, plantas, artículos de vivero, equipos y artículos para deportes) presentaron las caídas más pronunciadas, de 13,49 por ciento y 12,19 por ciento, respectivamente.