De acuerdo a la teoría de la fiscalía, los abusos ocurrieron, en fecha incierta, pero entre julio de 2016 y enero de 2020, de los 12 a los 16 años de la víctima. La fiscal del caso Laura Pizzipaulo indicó que el primer ataque ocurrió en un galpón que estaba en el patio de la vivienda que compartían en Zapala y que luego, continuaron en la casa “previo asegurarse de estar a solas con víctima menoscabando la integridad sexual de la misma”.
Detalló que el hombre la golpeaba y amenazaba de muerte ejerciendo violencia física y psíquica; y que productos de los abusos, en marzo del 2019, la víctima quedó embarazada. Pese a ello, las agresiones sexuales continuaron durante y después del embarazo.
Ahora, solicitó que un tribunal colegiado lo juzgue por el delito de abuso sexual con acceso carnal continuado doblemente agravado por el vínculo y por la convivencia preexistente de una menor de edad, y por violencia de género. Al pedido adhirió la defensora de los Derechos del Niño y el Adolescente Natalia Díaz.
El acusado tiene prisión preventiva por riesgo hacia la integridad de la víctima y de entorpecimiento hasta el 22 de diciembre.