Un criancero que estaba realizando la veranada en la Cordillera Baya del norte neuquino, en el límite con Chile, murió el pasado martes por complicaciones en un cuadro respiratorio severo causado por el hantavirus.
Su familia y las personas que tuvieron contacto con él están aisladas en el hospital de Loncopué esperando los resultados de laboratorio.
El lunes, tras una semana de síntomas, consultó en el hospital de Loncopué donde rápidamente se sospechó de hantavirus y se actuó en consecuencia. Por la complejidad del cuadro respiratorio severo que presentaba fue derivado a Zapala y luego a Neuquén, donde murió.
Así lo confirmó Alejandra Bártoli, coordinadora de epidemiologia de la Zona Sanitaria II. El hombre de 24 años convivía con su familia que se encuentra en aislamiento preventivo en el hospital de Loncopué, al igual que el hombre que le había ofrecido el trabajo. Son seis las personas aisladas y aunque dos presentaron síntomas los primeros días, se encuentran todas en buen estado de salud.
Bártoli explicó, en declaraciones televisivas, que se trata de "un muchacho joven que según referencia de un familiar que lo acompañó hasta el hospital era un señor que estaba en la veranada desde diciembre que no tenía prácticamente contacto con nadie de la zona urbana de Loncopué".
La familia del criancero permanece aislada a la espera del resultado de las muestras tomadas ayer y de allí se definirá si pueden continuar el aislamiento de 45 días en su domicilio y si se debe o no ampliar el ratreo de contactos estrechos.