El Intendente Carlos Koopmann recorrió los avances de la obra que llegará para tratar los efluentes y además, proteger nuestro acuífero.
La obra consiste en dos etapas: la recuperación del pozo receptor de la zona del Alto y la habilitación de las cuatro piletas de dicho sector. Las mismas tienen capacidad para tratar los efluentes de entre 12.000 y 20.000 usuarios.
El excedente que no se pueda tratar en esas piletas del norte, serán bombeadas al otro pozo receptor que estará montado en la zona de Mundano. Allí se recepcionarán los efluentes de la línea sur de la ciudad que actualmente caen a cielo abierto provocando un severo daño al medio ambiente.
Según se pudo saber tras la visita del jefe comunal al sector, el pozo receptor ubicado en la zona de Mundano tiene un 80% de avance, mientras que en las piletas también se concretaron una serie de trabajos de importancia. Con respecto al otro pozo receptor ubicado en calle Fortabat, allí se concretó el 90% de las tareas y se procedió a construir un nuevo lugar para el grupo generador.
Por último, se visitó la nueva salida que bombeará los líquidos excedentes que no se puedan tratar en las piletas.
“En líneas generales la obra tiene un 65% de avance y la idea es que cerca de fin de año del 2023 pueda estar finalizada”, comentó Koopmann, al tiempo que agregó que “es una de las obras más importantes y necesarias para el futuro de nuestra ciudad y para las generaciones venideras”.