Juan Acuña resumió en pocas palabras la sensación de vacío que viene sufriendo la familia Acuña desde aquel fatídico 13 de abril donde fuera asesinado Sergio, mientras cumplía su trabajo de custodio en el Pago Fácil que funcionaba en la mutual Antú Nehuén.

Juan, junto a su padres y otros familiares, estuvo ayer nuevamente en los tribunales zapalinos en busca de justicia.

“Nos dijeron que los defensores plantearon otra impugnación, ahora van a realizar una audiencia en Neuquén y después veremos si empiezan a cumplir la condena”, explicó ayer a “Río Negro”.

El paso del tiempo no hizo mella en la paciencia de los Acuña, que siguen reclamando justicia para Sergio. “La pena que les dieron es nada y sabemos que nunca nos van a devolver a Sergio pero queremos que al menos pasen unos años en prisión porque de lo contrario sentiremos que la muerte de nuestro hermano no valió nada”, agregó.

Ayer, la familia estuvo en el tribunal de Zapala con el apoyo de la comisión de familiares de policías en actividad y retirados que, como desde el inicio de la causa, mostraron su costado más solidario con los deudos del efectivo.

El crimen ocurrió el pasado 13 de abril del 2010 en el Pago Fácil que se encuentra ubicado sobre calle Belgrano al 300 de la ciudad de Zapala. Allí se encontraba Sergio Acuña realizando un adicional cuando sorpresivamente irrumpió Víctor Pérez, también policía, quien no sólo se llevó una suma cercana a los 30 mil pesos sino que asesinó de cuatro balazos a su compañero, para luego darse a la fuga.