Lo que parecía una nueva tragedia para Karoline Vilela tuvo esta vez un final feliz. Es que en el 2011 su madre también había sufrido un grave accidente en Brasil, en el que murió su papá tras estar 28 días internado con una perforación en el intestino.

Todo comenzó el pasado 2 de febrero cuando su madre acompañaba a su marido camionero y sufrieron un vuelco en el puente Covunco, a 17 kilómetros de Zapala. El vehículo transportaba salmones congelados desde Chile y tenía como destino Brasil, pero la mercadería no pudo ser salvada y decenas de vecinos se abalanzaron para saquearla. Incluso algunos se llevaron elementos personales de los ocupantes -que luego fueron recuperados-, mientras permanecían inmóviles y lastimados adentro del vehículo.

Según el relato que compartió Karoline a través de una carta, al momento del vuelco pasó un colectivo con pasajeros, entre los que había un enfermero y un médico. Ellos, junto con el chofer, fueron los primeros que la asistieron hasta que llegó la ambulancia y los Bomberos.

Su madre quedó atrapada en la cabina del camión y tuvieron que cortarla para poder rescatarla de entre los hierros. Debido a la gravedad de las heridas, la mujer fue derivada a Neuquén con traumatismo craneal, fracturas en el maxilar, las costillas, el fémur, la cadera y los dos pulmones perforados con probabilidad de un 40 por ciento de sobrevivir.

Durante los días de internación, gran cantidad de vecinos de Neuquén se solidarizaron con ella y le brindaron ayuda de todo tipo: una mujer impulsó una campaña para recolectar plata y poder pagar una prótesis para las costillas que costó 34 mil pesos, mientras que una pareja logró rescatar la cartera de su mamá de la mano de uno de los saqueadores y la llevaron hasta el hospital donde permanecía internado el camionero. Y no sólo eso: "Se quedaron con él todo el tiempo. Le dieron dinero, celular, coche, tiempo y amor para ayudarnos", detalló Karoline.

Luego, contó que una pareja la hospedó cuando vino a la ciudad para estar junto a su madre, y luego alojaron a su padrastro cuando le dieron el alta. También agradeció a Janete, una mujer que padecía cáncer y que diariamente le llevaba café y comida al hospital, mientras que el chofer del colectivo también la acompañó con su esposa y la llevaron al aeropuerto cuando regresó a su país natal. "No salieron de allí mientras hasta que el avión desapareció entre las nubes. Me llaman todos los días", relató.

La joven contó que, tras un mes de internación, su mamá regresó el pasado domingo a Brasil en un avión sanitario y se recupera de las fracturas. "El amor que ella sintió allí fue inexplicable. Hasta los médicos la tratan diferente, por saber que ella era extranjera y no entendía el idioma. Hablaban despacio y explicaban cuántas veces era necesario".

"La historia es hermosa. Los personajes son personas reales, que cada uno a su modo, fueron gigantes, exhalaron amor y solidaridad. Solo queda agradecer a todos que de una o otra manera estuvieron presentes. Infinitas gracias tanto de mi madre,y mi padre. ¡Un gran abrazo!", concluyó la mujer.

Desde el hospital, su mamá también envió un video agradeciendo a todas las personas que la ayudaron.

Así, lo que pareció en un principio una reprochable y oportunista actitud por parte de los vecinos, luego se transformó en amor y solidaridad que le fueron devueltos a cada instante.

Fuente: LM Cipolletti.