Hace un año Marcelo Aburto, un comerciante neuquino, le contaba a este medio que necesitó de un crédito para pagar la factura de luz. Por entonces eran las boletas posteriores a uno de los más abultados tarifazos de la era Juan José Aranguren actual consultor energético y exministro del área. Los aumentos continuaron.
Doce meses después, casi como una enfermedad terminal, los efectos del tarifazo se ramificaron. Se elevó el nivel de morosidad, la solicitud de planes de pago se multiplicó, los plazos de los recupero se duplicaron y las distribuidoras, que con las nuevas tarifas debían realizar obras, aún subsisten trasladando deudas a proveedores y a la administradora del mercado eléctrico Cammesa.
En la región todas las distribuidoras que le compran energía a Cammesa arrastran deudas. CALF está reclamando al municipio el traslado del último incremento, mientras tanto no le paga la diferencia a la administradora. En cambio, la situación del Ente Provincial de Energía de Neuquén (EPEN) es más compleja porque hace de intermediario en la compra de electricidad para tres cooperativas (Plottier, Zapala y Cutral Co) pero es la que absorbe la boleta por la compra.
Francisco Zambón, presidente del EPEN, estimó la deuda de las tres cooperativas en alrededor de 450 millones de pesos. Con el último incremento en el valor del MWh, aprobado por Nación en febrero, la factura mensual del ente provincial ante Cammesa es de 250 millones de pesos de los cuales cerca de 70 millones de pesos corresponde a las tres distribuidoras locales.
Pese a los pasivos que arrastran las cooperativas, la deuda del EPEN con Cammesa es de 40 millones de pesos. Desde el organismo aseguran que es una situación financiera “manejable” y que tuvo una bendición de última hora con congelamiento tarifario ordenado por Nación.
“Uno de los argumentos que nos trasladan las cooperativas es que las actualizaciones tarifarias tardan mucho en salir de los Deliberantes y eso atrasa toda la cadena de pago”, explicó Zambón. La cooperativa de Zapala arrastra unos 11 meses de deuda, le sigue Cutral Co con cinco meses de factura y por último Plottier con cuatro meses.
Uno de los objetivos de la Resolución N° 6 del ministro Aranguren fue recomponer las tarifas y eliminar subsidios para aliviar las cuentas fiscales del Estado y para que las distribuidoras pudieran volcar inversiones en obras que se habían retrasado por el congelamiento de las facturas. Desde el EPEN reconocen que ante este panorama financiero no está en riesgo la operación, pero si deben ralentizar obras, espaciar la renovación de la flota vehicular y trasladar parte del costo a proveedores y Cammesa. Por ahora no salta la térmica.
Fuente: diario RN.
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