La acusación fue sostenida por el fiscal Marcelo Jofré quien además logró que se condene a Figueroa por las lesiones leves que le produjo con un arma blanca a Máximo Castillo, durante el mismo hecho.
Figueroa, de 27 años, prefirió quedarse en silencio ante los jueces Leandro Nieves, Raúl Aufranc y Carolina González.
De acuerdo a la acusación fiscal, el imputado agredió a las víctimas el pasado 17 de marzo a la salida del boliche Mi Rancho. Figueroa le aplicó al menos tres puñaladas a Godoy lo que provocó su muerte unas horas más tarde mientras era intervenido quirúrgicamente en el hospital de Zapala. Además lesionó en el rostro a Castillo quien intentó mediar en la gresca.
Este es el primer delito del asesino, un atenuante que puede jugar a su favor a la hora de la definición de la pena que deberá purgar.
En los allanamientos realizados en las horas posteriores al crimen, la Policía secuestró el arma que fue utilizada para ultimar a Godoy.
“Durante toda la investigación se fueron recolectando elementos y testimonios que permitieron concluir, sin duda razonable alguna, que Figueroa fue el autor del hecho”, expresó el fiscal en diálogo con “Río Negro”.
Jofré, la madrugada del asesinato, encabezó las tareas de rastrillaje que se efectuaron en las inmediaciones del local bailable en busca de pruebas. Además solicitó los operativos en los cuales se detuvo al condenado.
“Esta condena es el resultado de un trabajo investigativo en conjunto con la Policía que permitió primero detener al autor y luego reunir todos los elementos probatorios que fueron ventilados durante el debate”, añadió el represente del Ministerio Público Fiscal.
En primera instancia, y tras ser notificado, Figueroa permaneció en libertad por decisión de la Justicia ya que se consideró que no había elementos para determinar una prisión preventiva. Es decir que no había posibilidad de que el imputado entorpeciera la investigación o de que se diera a la fuga.
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