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Tras dos años, exempleados de la Clínica Huinca Lahuen esperan el remate

La empresa, fundada en los 50 por un grupo de médicos ilustres, perdió el eje y en un combo que incluyó errores gerenciales, falta de apoyo y deudas terminó por bajar las persianas en 2013 dejando a medio centenar de familias en la calle que ahora esperan que el edificio de la calle Elena de la Vega y los consultorios externos de la avenida San Martín salgan a remate para cobrar sus indemnizaciones.
Sergio Garro
Por Sergio Garro

Las fajas de clausura arrancadas y la acumulación de residuos son una postal de lo que fue un símbolo de la salud en Zapala. Desde hace más de dos años el edificio de la clínica Huinca Lahuén duerme un sueño triste, que lastima. La quiebra judicial le puso candado a muchas fuentes de trabajo y dejó una herida que todavía sangra. El paso del tiempo hizo el resto.

"Duele mucho lo que pasó, la gente quedó sin trabajo y algunos fuimos marcados como los malos de la película pero puedo asegurar que hice todo lo que pude para salvar la clínica. Pasé noches sin dormir, pedí ayuda a todo el mundo, hasta se la ofrecí a otras empresas de salud de la región para que se hagan cargo pero nadie nos ayudó". El rostro de uno de los exdirectivos en la agonía de la clínica no esconde la pena que todavía lo acompaña.

"En aquel momento no entendía por qué, hoy en perspectiva puedo ver que había mucha gente que quería que la clínica dejara de existir", dijo el profesional que pidió mantener su nombre en reserva porque la causa "está en manos de la Justicia".

"No fue sólo un problema financiero. Adjudicar toda la responsabilidad a la deuda de la obra social sería simplista. De hecho, si el ISSN nos hubiera pagado todo el dinero que nos debía, que era mucho, hubiéramos sobrevivido unos meses pero había que resolver la cuestión de fondo que era la falta de profesionales para realizar guardias", agregó.

La clínica surgió por el esfuerzo los doctores Pedro Soria y Elena de la Vega. A lo largo del tiempo, por sus consultorios pasaron profesionales de la talla de José Soria (hijo), Alberto Falcioni, Norberto Kurchan, Fausto Pelayes, Jorge Giovanetti, Eugenio Gerlotti, Norberto Zambelli, Luis Darío de la Vega y Flavio Contreras, entre otros.

"La realidad es que todo empezó a derrumbarse por la falta de médicos para las guardias. Varios profesionales se alejaron y no pudimos reemplazarlos. Cada vez teníamos menos cirugías porque al no existir guardias nadie quería arriesgarse a dejar un paciente. Las operaciones se realizaban en otro lado y hubo una caída en la facturación", reconoció.

Cuestionó a diputados porque no lo ayudaron y al ISSN, porque sus funcionarios desalentaron a una clínica de Neuquén capital a que se hicieran cargo del gerenciamiento.

Fuente: Río Negro.

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