
Desde muy temprano, cuando comienza el corte de calles, ya se apreciaban a varios grupos, sobre todo de jóvenes, que comenzaban a merodear el lugar destinado para el escenario. Con el correr de las horas toda la Avenida San Martín era prácticamente un hormiguero donde no cabía un alfiler.
Y ésta enorme respuesta del público se dio bajo condiciones climáticas adversas, donde las temperaturas descendían abruptamente hacia la noche, y el viento también jugaba su partido. Sin embargo, las veredas se colmaban de familias que buscaban el mejor lugar para ver desfilar a las murgas que trabajaron durante varios meses para ofrecer el mejor show.
En relación a los espectáculos musicales, la noche de viernes empezó a entrar en calor con el paso de la Comparsa La Emperatriz de Santa Fe, para dejarle todo servido a las bandas locales y regionales. Tanto “Armas Blancas” con su tradicional rock, como el “El Cuento del Tio”, que hacía su segundo paso por Zapala, movió y encendió a las miles de personas que aguardaban por su show repleto de covers de Marama, Kapanga, Los Autenticos Decantes y Los Fabulosos Cadillacs, entre otros.
Las condiciones climáticas no mejorarían para el segundo día del Corso, pero no por ello el vecino que estaba ávido de disfrutar se quedaría en casa. Las calles laterales del corsódromo estaban infestadas de vehículos y personas recorriendo el lugar, comiendo algo, e incluso ocupando tempranamente un sector delante del escenario para no perderse el show de Karina “La Princesita”. El número estelar del evento movilizó a miles de almas zapalinas que cantaron, corearon y bailaron al ritmo de la movida tropical.
Y todo quedó preparado para que el grupo del mismo estilo KA-2, perteneciente a Zapala, se haga cargo del cierre del primer gran evento en la ciudad.
Un Corso más con mucho positivo para destacar. Principalmente, al público. Que merece un párrafo aparte.
Fuente y foto: prensa municipal.
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