
El comunicado de la Ordenanza que prohíbe la comercialización, uso, manipulación, depósito, circulación y transporte de elementos de pirotecnia en la ciudad se publicó a principios de mes y circuló por medios de comunicación y redes sociales. Sin embargo, en los grupos de compra y venta de Facebook se pudo observar gran cantidad de consultas sobre donde adquirir dichos elementos y hasta números de celulares de aquellos que la suministraban.
La captura de pantalla que ilustra la noticia corresponde a uno de los grupos de compra y venta que existe en la ciudad, y son tan solo algunas publicaciones que cuentan con decenas de comentarios en donde se intercambian teléfonos y hasta direcciones donde conseguir los elementos.
Cabe destacar que varias de las publicaciones que circularon desde hace días fueron eliminadas por los autores de las mismas. Se desconoce si los inspectores de la Municipalidad de Zapala tomaron nota de estas situaciones para tomar cartas en el asunto. Lo cierto es que como en años anteriores, se volvió a desobedecer la ordenanza y en diversos barrios de la localidad los estruendos se hicieron escuchar desde los primeros minutos del 25 de diciembre.
El uso de pirotecnia puede generar en animales taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo e incluso la muerte a los animales. Los efectos sobre ellos son diversos y de diferente intensidad y gravedad. Los perros y gatos suelen sentir temor y en caso de huir pueden ser víctimas de accidentes o perderse. Las aves reaccionan frente a los estruendos con taquicardias que pueden provocarles la muerte. Algunos animales ante la curiosidad pueden acercarse a estos explosivos pudiendo ingerirlos, perder la vista o lesionarse en caso de explotar.
En el caso de las personas autistas, los estruendos, tan característicos durante fin de año, pueden producir llantos, nerviosismo y hasta autolesiones. Los bebés, los ancianos y las personas convalecientes soportan con incomodidad y malestar el ruido ensordecedor y la contaminación acústica provocada por estos artefactos. También personas con capacidades diferentes e hipersensitividad sensorial, como es el caso de las personas autistas, sufren las consecuencias de la molesta pirotecnia. Miedo, estrés, palpitaciones, taquicardia, infartos, afectación del sistema inmunitario y, en caso de enfermedad, empeoramiento de la salud del paciente.
Para denunciar la venta o uso de pirotecnia el vecino se puede dirigir a la Fiscalía, sito en calle Chaneton y Belgrano o llamar al 424166 ó 430623 (Inspectores).
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