
La ciudad le rindió homenaje a la proeza del teniente Luis Candelaria. El recuerdo, en el centenario del mítico cruce de los Andes en un aeroplano, congregó a toda una comunidad que entre la noche del jueves y la tarde de ayer se unió para participar de las actividades conmemorativas.
El acto central se desarrolló el viernes por la tarde en el monolito que representa al histórico piloto militar y contó con la presencia de distintas autoridades, vecinos y la comunidad educativa de varios establecimientos educativos.
Uno de los momentos emotivos del recuerdo de la gesta se dio en la noche del martes cuando frente al museo municipal se descubrió una réplica del avión que utilizó Candelaria para concretar el viaje que unió Zapala con Cunco. La aeronave fue construida íntegramente por personal del corralón municipal y, explicaron, hasta se le colocó un motor para darle más realismo a la escena.
Sin dudas un trabajo de altísima calidad con precisión quirúrgica que generó el masivo reconocimiento de la gente y las autoridades.
Otro de los puntos destacados fue la entrega de una obra de arte donada por la familia Odetto. Se trata de una escultura en chapa batida y tallada en madera que participó de la Muestra Neuquén Contemporáneo 2017 del Museo Nacional de Bellas Artes y que estuvo expuesta en el Paseo de la Costa, en la capital neuquina.
En el cuerpo de la obra hay una leyenda que expresa: “En nuestros cielos hay una huella centenaria que permanece en nuestra memoria, con la fortaleza de los audaces que se atreven a los grandes sueños y la creatividad de los magos. El Teniente Luis Candelaria surcó los cielos de nuestros Andes con una aeronave transportada por el Ferrocarril, alma de nuestro país, concretó el primer vuelo entre Argentina y Chile, entre Zapala a Cunco el 13 de abril de 1918. Este es un homenaje a quienes se atreven a grandes hazañas, al Teniente Candelaria, a nuestro padre Alberto Odetto y a nuestros aviadores patagónicos”.
La placa lleva la firma de Ángela, Alejandra, Carlos, Juan, Pedro Odetto y familia.
Las actividades habían comenzado en la Escuela Primaria Nº 3 que lleva el nombre de Luis Candelaria. Allí se presentó la Orquesta Sinfónica Neuquina, para deleite de todos los alumnos del establecimiento.
La historia detalla que Candelaria partió desde Zapala el 13 de abril de 1918 a las 15.30 y unas dos horas más tarde aterrizó accidentadamente en Cunco. Había concretado una hazaña que sería recordada mucho tiempo después, tanto como un siglo.
Fuente: Diario RN.
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