
El crimen de Villalobos ocurrió el 9 de noviembre del año pasado cuando varias personas se encontraban consumiendo alcohol. En ese contexto, Caro y Villalobos tuvieron una fuerte discusión que pareció tener fin cuando Caro se alejó temporalmente de la escena. Pero un buen rato después regresó con un caño de hierro entre sus manos y aprovechó que la víctima ya se encontraba tendida en un colchón para aplicarle un fuerte golpe en la cabeza que le provocó una muerte casi instantánea. Villalobos sufrió una fractura de cráneo con pérdida de masa encefálica.
El agresor, junto a las otras personas que estaban en el lugar, fue detenido poco después. El relato de testigos presenciales y otros elementos recolectados por los investigadores resultaron claves para definir la acusación. En un principio se resolvió que permanezca detenido en forma provisoria, aunque luego se prorrogó la prisión preventiva hasta el momento del juicio. Al momento de formular la acusación la fiscalía tuvo en cuenta que Caro no contaba con un buen concepto vecinal y que podía llegar a entorpecer la investigación ejerciendo algún tipo de presión sobre los testigos, que eran todas personas de avanzada edad y de profunda adicción al alcohol.
La fiscal Sandra González Taboada había acordado con la defensa de Caro la calificación y autoría del hecho por un homicidio sin agravantes. Las partes consensuaron en tipificar el caso como homicidio simple -que se castiga con pena de 8 a 25 años de prisión- y el acuerdo había quedado sellado en diciembre.
Los magistrados tuvieron en cuenta a la hora de fijar el monto de la pena que Caro no cuenta con antecedentes condenatorios. Además, en el juicio quedó en evidencia la vieja enemistad entre ambos, pues de hecho, un año y medio antes del crimen, Villalobos había apuñalado a Caro, quien estuvo a punto de perder la vida por aquel episodio.
Fuente: Diario Río Negro.
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